CORTESIA DE: EL FILDEO POR: Guillermo Liñares-.
El béisbol es un regalo. Un deporte que refleja en un diamante las justicias y miserias, que condena a quienes lo ejecutan de manera perfecta y que señala a aquellos que no saben emplear los fundamentos básicos para resultar airosos. En la pelota se dice que los juegos siete son impredecibles, emocionantes, llenos de tensión. Aunque también son tristeza, decepción, frustración por no conseguir el objetivo. Y eso es lo que la pelota venezolana, en el desenlace de sus semifinales, tendrá este miércoles. Cardenales, Tigres, Caribes y Magallanes protagonizan un capítulo más de esa moneda, que caerá cara para unos y cruz para otros. No hay más. Este miércoles conoceremos a los dos equipos que van a decidir el título de la 2020-2021.
Los pájaros rojos vieron como su ventaja de 1-3 se esfumó lunes y martes. Los Tigres supieron aprovechar bien el deficiente nivel que mostró primero Henry Centeno y después el relevo, amparados con dos sólidas presentaciones de Logan Durán y Guillermo Moscoso. Aragua ha contado con el sentido del oportunismo, de la mano de Ramón Cabrera, o Henry Rodríguez. El careta se fue de 4-3 con cuatro impulsadas el lunes para estar bateando sobre .400, y el “pollito” conectó un Grand Slam ayer para llevar esto a la instancia decisiva. No está fácil limitar a cinco carreras en los últimos 18 innings a una toletería como la de Cardenales, y sin embargo los bengalíes han podido. ¿Qué va a pasar hoy? No lo sabemos. El bullpen de Tigres tampoco ha dado garantías, pero las labores largas de sus iniciadores les ha brindado una oportunidad que pocos le pronosticaban (incluido quien esto escribe). Lo que si podemos asegurarles es que el duelo por el cupo a la final tendrá a Williams Pérez defendiendo la causa larense, y a Noelvis Entenza la rayada. De las serpentinas de ambos estará buena parte del destino de sus compañeros.
Pérez tiene foja de 4-1 en playoff con una efectividad de 2.04. Al cubano Entenza sí que no le fue bien: apenas pudo cubrir la ruta por uno y un tercio, recibiendo solo dos indiscutibles, pero castigado con seis carreras, amén de un descontrol que lo llevó a otorgar tres boletos que le pasaron factura.
Entenza está en su primera campaña en Venezuela, mientras Pérez es un experimentado en estas instancias. Hoy el escenario es grande. Veremos si está a la altura de su jerarquía.
En la acera de enfrente están Caribes y Magallanes, una serie de toma y dame, con momentos puntuales para los dos equipos. La Tribu forzó este juego después de vencer a la Nave ocho por dos, en lo que ha sido un careo de dos ofensivas fuertes, con “perreos”, decisiones controversiales y rallys grandes . Caribes se amparó en dos este martes: primero atacando al pitcher del año Erick Leal en el quinto tramo con batazos de Niuman Romero y Balita Ortega, para posteriormente en el séptimo añadir cuatro más. La parte alta de la alineación aborigen con Alí Castillo, Willians Astudillo, Niuman y Ortega está confeccionada para estar mucho tiempo en base. Cuando lo han logrado el daño ha llegado.
Magallanes tiene también sus armas. Danry Vásquez ha resultado ser ese zurdo que necesitaba la alineación de Carlos García primero y Luis Carlos Rivera después. La “Bala” tiene 10 remolcadas en estas semifinales, con un astronómico promedio de .435, agregando par de jonrones y siendo la figura de aquel batazo a José Quijada con su efusiva celebración tras desquitarse del perreo que el zurdo de Anzoátegui le propinó el día anterior. Reynaldo Rodríguez también ha contribuido a la ofensiva, o lo hecho por Carlos Pérez. Para este miércoles los turcos tendrán a Wilfredo Boscán en el morrito, confiando en que el diestro repita su anterior labor de cinco capítulos de una sola anotación, y les dé el pase a una final que les ha sido esquiva desde la zafra 2015-2016. Precisamente en aquella campaña Magallanes logró llegar a la final con una victoria sobre Caribes en un séptimo juego. Hoy aspiran a repetirlo.
La Tribu tiene pautado a Liarvis Breto como su abridor. El zurdo fue el líder en ponches en la regular con 30, mientras en este playoff cuenta ya con una salida en donde le hicieron par de carreras en tres y un tercio. El siniestro, reconvertido a funciones de iniciador, fue de mucha ayuda para Anzoátegui en la temporada. Breto tiene nueve juegos en su carrera en semifinales, con 9.2 innings de labor, en donde ha ponchado a seis, ha recibido tres carreras y tiene efectividad de 2.79. Hoy en él están depositadas las ilusiones de acceder a un evento por el gallardete, ese que sería el sexto desde la temporada 2010-2011. Buscan la cuarta diadema.
Disfrutemos, no siempre podemos tener un séptimo juego. Y hoy no es uno solo, son dos. Así que no queda de otra que decir: que ganen los mejores. Playball.